
Antes de la puesta en servicio in situ, realizamos una prueba de aceptación in situ (SAT). La instalación queda debidamente documentada. Además, formamos a las personas que van a trabajar con la instalación para que la utilicen y la mantengan adecuadamente.
Para el periodo posterior a la puesta en marcha, ofrecemos contratos de mantenimiento.
Garantizamos un proceso fiable y de buen funcionamiento que le proporciona el resultado deseado a largo plazo.